miércoles, 12 de agosto de 2009

Donde renace Schiller.

"El desvarío es un abandono, un método pasivo que relaja la facultad consciente. Advierto entonces mi complaciencia por lo imaginativo, lo insólito, lo maravilloso y hasta lo absurdo. Intuyo extrañas analogías y me extravían presentimientos oscuros. Quiero en tal caso encaminar la espontaneidad caótica hacia zonas lúcidas. Trato de respetar la lógca recóndita que puede haber en el azar del espíritu y, al mismo tiempo, transmutar esa abundancia, esas imágenes espasmódicas en sentido y significación. Rechazo la imagen gratuita y busco el símbolo que asocie la emoción y el pensamiento." (Humberto Díaz-Casanueva)

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