domingo, 4 de noviembre de 2012

La gruesa piel de los destinos.


Me gusta esta canción y aun más está versión. Hay algo en ella que tiene que ver con la desesperación, con el abismo, con el desierto y con la esperanza. La misma esperanza que choca con las posibilidades de lo real cayendo en picada hacia el precipicio.
El ambiente de su ejecución es el propicio. Hombres y mujeres beben, la guitarra parece desangrase y la voz rompe algo al fondo. Yo diría que es el alma lo que se desgarra.



Aquí en la mitad de los caminos 
Pa´poder atravesar la gruesa piel de los destinos 
La noche inmensa lleno el día 
Sólo yo veo la silueta de las ruinas... Kuervos del Sur

Porque nuestra razón nos aparta violentamente del abismo, por eso nos acercamos a él con más ímpetu. No hay en la naturaleza pasión de una impaciencia tan demoníaca como la del que, estremecido al borde de un precipicio, piensa arrojarse en él. Julio Verne

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