viernes, 22 de febrero de 2008

Rodar

Un ovillo contrastado con un lápiz,
un ovillo que se desliza
como una pelusa

seguida del aliento de un orgasmo
inacabado, interrumpido

hasta el fin de otro orgasmo.
Uno más intenso

Menos interrumpido
pronunciado por la boca y por los gritos

en un atardecer sin luces que prender,
nosotros en medio de una habitación

repleta de nombres,
Desde Eddie Vedder hasta

Nicanor Parra.
Rostros de nuestra imaginación

y a la vez, de palabras mudas
como amuletos del silencio

anticipados por tus muros.
Un ovillo que gira

y lo arrastra todo.
Los papeles con nombres

de películas,
listados de libros, autores reincidentes,

y el disco que gira como un ovillo,
un ovillo que arrastra a otro ovillo,

-Tus rodillas en tu boca

Mis manos en tu boca-

Una bola de nieve
que traga bocas y lenguas y dientes

y luego se come a ella misma
dando vueltas a la inversa.

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