
Un ovillo contrastado con un lápiz,
un ovillo que se desliza
como una pelusa
seguida del aliento de un orgasmo
inacabado, interrumpido
hasta el fin de otro orgasmo.
Uno más intenso
Menos interrumpido
pronunciado por la boca y por los gritos
en un atardecer sin luces que prender,
nosotros en medio de una habitación
repleta de nombres,
Desde Eddie Vedder hasta
Nicanor Parra.
Rostros de nuestra imaginación
y a la vez, de palabras mudas
como amuletos del silencio
anticipados por tus muros.
Un ovillo que gira
y lo arrastra todo.
Los papeles con nombres
de películas,
listados de libros, autores reincidentes,
y el disco que gira como un ovillo,
un ovillo que arrastra a otro ovillo,
-Tus rodillas en tu boca
Mis manos en tu boca-
Una bola de nieve
que traga bocas y lenguas y dientes
y luego se come a ella misma
dando vueltas a la inversa.